El régimen democrático se caracteriza por ser un Estado policial con un gran índice de represión. Además, las prisiones están completamente masificadas. El número de presos actuales es con creces superior al de cualquier año anterior, exceptuando el periodo de posguerra que va del 1939 al 1945.
La cifra más elevada es el 1 de Enero de 1941 con 233’373 presos. En 1932 se da la menor cifra de presos registrada con 6’200 debido al cambio de régimen Monárquico al República y aunque no hay datos en 1934 tras los sucesos de Asturias las cárceles verán como se multiplican los presos.
El 31 de diciembre de 1975 se da la segunda menor población penitenciaria registrada, con la amnistía a los presos políticos, sin embargo, quedaron sin amnistiar 8’440 presos sociales y en poco tiempo las cárceles se volvieron a llenar.
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