Todo esto viene a causa de una huelga de hambre "itinerante" que se ha creado para denunciar las pésimas condiciones a las que están sometid@s l@s pres@s vasc@s.
"De regreso a Soraluze tras haber participado en una concentración de Etxerat ante el PSE en Donostia, los huelguistas tuvieron que dar «un fuerte frenazo» en plena autopista A-8 al encontrarse «después de una curva y justo antes de entrar en un túnel» con un control de la Guardia Civil. En el vehículo viajaban dos de los huelguistas además del conductor. (...) Les tuvieron retenidos alrededor de una hora. Durante ese espacio les hicieron múltiples preguntas como «dónde militan, por qué están en huelga de hambre» o «quiénes son sus amigos». Junto a este interrogatorio, denunciaron las amenazas de la Guardia Civil y que tuvieron que escuchar «cosas muy duras» como, por ejemplo, que iban a ser trasladados al cuartel de Intxaurrondo y torturados. «¡A ver cuánto aguantas tú!», le dijeron a uno de ellos. Los afectados resaltaron «la dureza del trato y su carácter intimidatorio».
El instituto armado se llevó la pancarta que habían hecho para la concentración de la mañana, en la que se reclamabala excarcelación de los presos con enfermedades graves e incurables y de aquellos que han cumplido la condena."
Comentar que la dispersión consigue un mayor aislamiento del preso con el medio no carcelario, facilitando así los abusos y torturas. Así como una segunda dificultad para que las familias de las personas encarceladas vayan a visitar a l@s pres@s.
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