Los once habitantes del poblado okupa de Navalquejigo, una pedanía de El Escorial (Madrid), han vuelto esta semana a habitar las que consideran sus casas, después de que la Audiencia Provincial revocara la decisión de precintar las viviendas por múltiples irregularidades en el proceso judicial de su desalojo.
"Por primera vez parece que están haciendo las cosas de manera legal", se felicitaba Oscar, uno de los okupas. "Ya hemos podido entrar en casa. Es un gusto volver a dormir aquí", dijo a 20 minutos.
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