Conflicto en la antigua Birmania

Al cumplirse el día 12 de manifestaciones contra la Junta Militar en Birmania, y tercera jornada de convulsión social por la represión del ejército, decenas de personas se han visto forzadas a no salir a las calles para no ser víctimas de la furia de comandos del gobierno que han realizado cortes a las comunicaciones, tanto telefónicas como de internet, bloqueos con alambradas de púas y dispersado a balazos a los quejosos, lo que se ha saldado hasta ahora con 15 muertos contabilizados, dos de ellos extranjeros. Sin cambiar la tónica de su accionar, la Junta Militar de Birmania (Myanmar) aplastó ayer con violencia los desesperados intentos de protesta llevados a cabo en Rangún por la población, a la que casi ha aislado del resto del mundo mediante el corte de las comunicaciones. Ocuparon los mayores monasterios budistas para impedir la salida de los monjes y estrecharon el cerco en torno a las pagodas de Sule y de Shwedagon, los dos puntos emblemáticos de los manifestantes. Varias personas fueron heridas por disparos cuando los soldados apostados cerca de la pagoda de Sule dispersaron una manifestación integrada por unas dos mil personas, indicaron testigos. Residentes en Rangún denunciaron que las tropas retiran con rapidez los cadáveres de la calle para ocultar la cifra real de muertos.