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FORO DE DEBATE:
2.4.07
68 jóvenes de Ungdomshuset siguen en prisión preventiva
Dinamarca:
Tras el desalojo del centro social de la capital danesa, la policía desencadenó una dura represión. Pero se mantienen las protestas y la solidaridad con los detenidos.
El 1 de marzo a las 7 de la mañana la policía asaltaba el edificio del Centro Social Ungdomshuset (Casa de la Juventud), gestionado desde 1982 por grupos autónomos y libertarios de la ciudad de Copenhague. Tras el desalojo y posterior derribo y las acciones de protesta, la policía se empleó a fondo contra las protestas. Hasta el 13 de marzo, fueron detenidas 765 personas, de las cuales 222 pasaron a disposición judicial y 197 enviadas a prisión preventiva. Amnistía Internacional denunció irregularidades en las detenciones y ruedas de reconocimiento. El 16 de marzo, 68 personas permanecían aún en prisión a la espera de juicio, acusadas de asociación ilegal, alteración del orden público y atentado contra la propiedad.
Según la Cruz Negra Anarquista, organización de apoyo a personas presas, los detenidos pueden permanecer en prisión preventiva un máximo de dos meses y hacer frente a penas de hasta seis meses de privación de libertad. En el momento del desalojo fueron detenidas las 36 personas que se encontraban en el interior, que fueron trasladadas a dependencias policiales, donde permanecieron ocho horas mojadas (a causa de los cañones de agua empleados en el desalojo), 20 horas sin comida y tres días incomunicados. En los días posteriores al desalojo y derribo, varios locales fueron asaltados por la policía, incluyendo el de la propia Cruz Negra Anarquista, mientras se sucedían las manifestaciones de protesta y solidaridad con Ungdomshuset, donde se produjeron el resto de detenciones.
Según una reciente encuesta, el 57% de los residentes en Norrebro (el barrio donde se situaba el Centro) apoya el derecho de los jóvenes de la ciudad a tener un local y gestionarlo directamente. Se han creado varios grupos locales de apoyo, como Iniciativa por una nueva Casa de la Juventud, Padres contra la Brutalidad Policial o el Grupo de Ciudadanos por la Casa de la Juventud, formado por más de 120 vecinos. El Ayuntamiento socialdemócrata de la ciudad se niega a negociar a pesar de estos apoyos, escudándose en la violencia de algunas de las protestas ante el desalojo. Un miembro del centro declaró a DIAGONAL: “todavía hay acciones aquí en Copenhague todos los días. También sabemos que hay acciones de apoyo en toda Europa y estamos muy agradecidos. Significa mucho para nosotros. Estamos recogiendo toda la información para nuestros amigos cuando salgan de la cárcel”.
Y añade: “los políticos en el poder no quieren hablar con nosotros ahora, y están usando las manifestaciones en la calle como una razón para no hacer lo que no hicieron antes. Seguiremos hasta que tengamos una casa nueva, y al ritmo que crece el movimiento, una casa no será suficiente para obligarnos a parar”.
Tras el desalojo del centro social de la capital danesa, la policía desencadenó una dura represión. Pero se mantienen las protestas y la solidaridad con los detenidos.
El 1 de marzo a las 7 de la mañana la policía asaltaba el edificio del Centro Social Ungdomshuset (Casa de la Juventud), gestionado desde 1982 por grupos autónomos y libertarios de la ciudad de Copenhague. Tras el desalojo y posterior derribo y las acciones de protesta, la policía se empleó a fondo contra las protestas. Hasta el 13 de marzo, fueron detenidas 765 personas, de las cuales 222 pasaron a disposición judicial y 197 enviadas a prisión preventiva. Amnistía Internacional denunció irregularidades en las detenciones y ruedas de reconocimiento. El 16 de marzo, 68 personas permanecían aún en prisión a la espera de juicio, acusadas de asociación ilegal, alteración del orden público y atentado contra la propiedad.
Según la Cruz Negra Anarquista, organización de apoyo a personas presas, los detenidos pueden permanecer en prisión preventiva un máximo de dos meses y hacer frente a penas de hasta seis meses de privación de libertad. En el momento del desalojo fueron detenidas las 36 personas que se encontraban en el interior, que fueron trasladadas a dependencias policiales, donde permanecieron ocho horas mojadas (a causa de los cañones de agua empleados en el desalojo), 20 horas sin comida y tres días incomunicados. En los días posteriores al desalojo y derribo, varios locales fueron asaltados por la policía, incluyendo el de la propia Cruz Negra Anarquista, mientras se sucedían las manifestaciones de protesta y solidaridad con Ungdomshuset, donde se produjeron el resto de detenciones.
Según una reciente encuesta, el 57% de los residentes en Norrebro (el barrio donde se situaba el Centro) apoya el derecho de los jóvenes de la ciudad a tener un local y gestionarlo directamente. Se han creado varios grupos locales de apoyo, como Iniciativa por una nueva Casa de la Juventud, Padres contra la Brutalidad Policial o el Grupo de Ciudadanos por la Casa de la Juventud, formado por más de 120 vecinos. El Ayuntamiento socialdemócrata de la ciudad se niega a negociar a pesar de estos apoyos, escudándose en la violencia de algunas de las protestas ante el desalojo. Un miembro del centro declaró a DIAGONAL: “todavía hay acciones aquí en Copenhague todos los días. También sabemos que hay acciones de apoyo en toda Europa y estamos muy agradecidos. Significa mucho para nosotros. Estamos recogiendo toda la información para nuestros amigos cuando salgan de la cárcel”.
Y añade: “los políticos en el poder no quieren hablar con nosotros ahora, y están usando las manifestaciones en la calle como una razón para no hacer lo que no hicieron antes. Seguiremos hasta que tengamos una casa nueva, y al ritmo que crece el movimiento, una casa no será suficiente para obligarnos a parar”.
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