Las fotos de la polémica pertenecen a la serie Basque Chronicles, una de las cuatro que el artista presentó para la muestra del Guggenheim, y reflejan, por ejemplo, la imagen de una habitación de un cuartel de la Guardia Civil tras haber sufrido un atentado de ETA, el féretro de un militante de ETA con el anagrama de dicha organización y los enfrentamientos entre manifestantes de la izquierda abertzale con la Ertzaintza.Según la AVT, "el contenido de las imágenes expuestas es altamente ofensivo para las víctimas" y ha asegurado que el fotógrafo pretendía exhibir "una fotografía en la que se ve la radiografía del cráneo de Miguel Ángel Blanco con los impactos de las balas que le asesinaron".
Una vez más nos demuestran que el Partido Popular y la Asociación de Víctimas del Terrorismo van de la mano como órganos y cuerpos censores como en la época del fascismo español.
Ahora ya no vamos a poder exhibir ni fotografías...








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