La marcha ha sido convocada por la Asamblea de Vecinos Amenazados por el pantano de Itoitz, Salzar (Artieda, Aragón), Ekologistak Martxan, Grupo Nueva Cultura del Agua de Navarra, Iniciativa Ciudadana Yesa no, vida sí, y Solidarios con Itoitz.
En nombre de todos ellos, Virginia Roig ha destacado que la construcción de los pantanos de Itoitz y de Esa ha supuesto "la destrucción irreversible" de ríos, valles y pueblos, "el desalojo y desplazamiento por la fuerza" de sus habitantes, "la desaparición de formas de vida ancestrales y de un rico patrimonio histórico-artístico".
Sobre Itoitz, Roig ha denunciado los "cuatro años de fraudulentas" pruebas realizadas, que ha calificado de "mero paripé para cubrir el expediente" y que para estos colectivos carecen " de la más mínima fiabilidad". A ello ha sumado la sismicidad inducida por el propio pantano, en el que se han registrado más de 1.750 terremotos en los últimos cuatro años.
Respecto a Esa, ha hecho hincapié en las tres ocasiones en las que se ha modificado el proyecto por problemas de deslizamientos y filtraciones en la zona de los estribos, a pesar de lo cual dichos movimientos no han cesado.
Para los colectivos convocantes, estos pantanos sirven para mantener un modelo de desarrollo "depredador del medio ambiente", en el que el agua "se convierte en un bien con el que especular" y en el que los intereses político-económicos "se anteponen a la seguridad de la población contribuyente".
El catedrático de Hidrología de la Universidad de Zaragoza Javier Martínez también ha intervenido en la comparecencia en representación de la fundación Nueva Cultura del Agua, que agrupa a cerca de 200 científicos españoles y portugueses vinculados al agua, y que han anunciado su presencia en la marcha del sábado.
En opinión de Martínez, se ha ido "demasiado lejos" y lo que se está haciendo es "anticultura del agua", por lo que no considera admisible seguir con estos proyectos.
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