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19.12.07

¡ VERGÜENZA AJENA ¡

"El hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el sagrado derecho de la humanidad.”Simón Bolívar.

Hace muy pocos días los pobladores de Dayuma, cantón de la Provincia oriental de Orellana, se levantaron para exigir se cumpla con lo ofrecido por el gobierno nacional y las compañías petroleras que operan en la zona.Los pobladores cerraron las vías, acción que impidió la salida de la producción petrolera. El gobierno nacional declaró el estado de emergencia, produciéndose la brutal intervención del ejercito.
Las crónicas periodísticas recogen las declaraciones de los pobladores, los mismos que relatan como rompiendo las seguridades domiciliarías y en desproporcionado uso de la fuerza pública se violentó los derechos humanos y ciudadanos, con el pueril argumento de la declaratoria del Estado de Emergencia.A partir de allí todos los argumentos esgrimidos por el Presidente de la República, funcionarios de gobierno y Asambleístas afines a Acuerdo País, nos han causado vergüenza.
Vergüenza ajena al enterarnos que los plenos poderes que creíamos se encontraba embestida la Asamblea Nacional, solo sirven para cambiar funcionarios que no gustan al Ejecutivo y para doblar el lomo ante el tiranuelo de turno. Resulta inexplicable que un Poder Constituido declare Estado de Emergencia en una región del territorio nacional, y que la Asamblea Nacional de plenos poderes, se entere por la prensa nacional de su declaratoria, más cuando en la instalación de la misma y en el Estatuto aprobado por los ecuatorianos en la consulta del 15 de abril se manifiesta el respeto y progresividad en lo que tiene que ver con los derechos humanos.
Vergüenza ajena al escuchar los criterios de los Asambleístas del ala izquierda del movimiento País, desesperados por ocultar esta irracional represión, con argumentos tan pobres como el que la “ Asamblea Nacional, no se podía convertir en una comisaría cualquiera.” Que pena para aquellos que nos decían que esta Asamblea era de todos los ecuatorianos. Vergüenza ajena de quien elegimos para gobernar y descubrimos con profunda tristeza, que hemos pasado de un Coronel a una simple Capitán que nos dice sin sonrojarse que él es quien “ manda en Ecuador .” Vergüenza ajena al comprobar que tenemos de Presidente a un nuevo cacique inmaduro emocionalmente, que no analiza, ni entiende razones, ya que su argumento principal es el chantaje permanente de renunciar si alguien pretende decir o hacer lo que a él no le gusta.
Vergüenza ajena, de haber votado por una corriente que proponía una revolución ciudadana, y encontrarme con las instituciones del Estado tomadas por pelucones rosados y rubicundos por fuera pero con el interior blanco a la vieja usanza de la partidocracia que tanto se pregona combatir.
Vergüenza ajena al comprobar la brutalidad utilizada para reprimir al “terrorista .” albañil, campesino, vulcanizador, mientras en la Corporación Financiera Nacional, duermen el sueño eterno los 8072 millones de dólares de la banca cerrada, ante la cómplice mirada de los funcionarios de gobierno, muchos inclusive al frente de estos organismos a pesar de ser deudores del Estado, contra estos nada, ninguna acción, abulia total, al final no son albañilees campesinos, ciudadanos de a píe.
Atentamente Jorge L. Estrella Benavides

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