La última de las denuncias fue interpuesta en el cuartel de Gádor el pasado 21 de mayo, cuando la fachada de su hogar quedó impregnada de huevos estallados y en el porche de entrada colgaron una cabeza de pollo junto a un montón de sal y una vela negra.
Una de las experiencias más aterradoras le tocó vivirla a Manuela cuando conducía un ciclomotor con su hijo por la carretera del puente de Rioja. De repente escuchó gritos: "¡Tortillera, lesbiana, párate que te voy a matar!". Tres hombres se acercaron entonces y uno, con un cuchillo de grandes dimensiones en la mano, dijo: "Te vamos a matar, te vamos a sacar la matriz por la boca, no te metas más con mi mujer". Ella se limitó a contestar que llevaba mucho tiempo sin ver a su mujer y que nunca se había metido con ella. El niño, que se orinó en los pantalones de la impresión, pidió a Manuela que se marcharan y ésta fue de nuevo al cuartel de la Guardia Civil de Gádor a interponer denuncia.








2 comentarios:
Qué fuerte...
cuánta cultura hay en España, así da gusto, oye, con hombres así podemos estar seguras de que el lesbianismo no se nos va a pegar, ¡¡muchas gracias, muchachos!! esperamos que nunca os salgais del camino de lo convencional...
Gracias gracias
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