El anestesista de Valencia Juan Maeso ha ingresado esta mañana en la cárcel madrileña de Aranjuez, según ha avanzado la Cadena SER. El facultativo de 65 años fue condenado hace un mes a 1.933 años de prisión, acusado de contagiar a 275 pacientes la hepatitis C que padece.
El pasado 4 de junio se celebró la vista en la que cada parte expuso las razones por las que entendía conveniente el ingreso inmediato en prisión del condenado por el contagio del virus de la hepatitis C a 275 pacientes en cuatro hospitales valencianos entre los años 1988 y 1998. El argumento común fue el riesgo de fuga, fundamentado en la falta de arraigo. Pero además, se explicó que esa fuga gozaba de un tiempo holgado para producirse dado que la sentencia se recurrirá al Tribunal Supremo, como ya anunció el letrado del condenado.
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, presidida por el magistrado José María Tomás i Tío, notificó al condenado el pasado miércoles el auto que dicta su ingreso en prisión; desde entonces tenía 72 horas de plazo para personarse voluntariamente en la prisión.
La sala considera que "el solo dictado de una sentencia condenatoria por un delito grave puede constituir dato bastante que justifique razonable y suficientemente la concurrencia de un riesgo de sustracción a la acción de la justicia". Y añade: "La sala tiene motivos suficientes para creer responsable criminalmente de los 275 delitos de lesiones y 4 delitos de homicidio imprudente al condenado". Por ello, cree que debe tenerse en cuenta que el anestesista se encuentra en una situación "familiar, laboral y económica de dudoso arraigo". Además, señala el auto, ejerce una actividad "atractiva para establecer vínculos en el exterior", en referencia a peticiones del propio Maeso de que excepcionalmente se le devolviera el pasaporte para participar en actividades sanitarias de tipo humanitario.
El pasado 4 de junio se celebró la vista en la que cada parte expuso las razones por las que entendía conveniente el ingreso inmediato en prisión del condenado por el contagio del virus de la hepatitis C a 275 pacientes en cuatro hospitales valencianos entre los años 1988 y 1998. El argumento común fue el riesgo de fuga, fundamentado en la falta de arraigo. Pero además, se explicó que esa fuga gozaba de un tiempo holgado para producirse dado que la sentencia se recurrirá al Tribunal Supremo, como ya anunció el letrado del condenado.
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, presidida por el magistrado José María Tomás i Tío, notificó al condenado el pasado miércoles el auto que dicta su ingreso en prisión; desde entonces tenía 72 horas de plazo para personarse voluntariamente en la prisión.
La sala considera que "el solo dictado de una sentencia condenatoria por un delito grave puede constituir dato bastante que justifique razonable y suficientemente la concurrencia de un riesgo de sustracción a la acción de la justicia". Y añade: "La sala tiene motivos suficientes para creer responsable criminalmente de los 275 delitos de lesiones y 4 delitos de homicidio imprudente al condenado". Por ello, cree que debe tenerse en cuenta que el anestesista se encuentra en una situación "familiar, laboral y económica de dudoso arraigo". Además, señala el auto, ejerce una actividad "atractiva para establecer vínculos en el exterior", en referencia a peticiones del propio Maeso de que excepcionalmente se le devolviera el pasaporte para participar en actividades sanitarias de tipo humanitario.
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